Me despierto sobresaltada, una niña pequeña, que no llega a los 6 años, con una larga cabellera negra, ojos celestes como el cielo, llevaba un vestidito blanco con puntitos de
colores como salpicados, salta en mi cama de dos plazas, toma mi rostro con sus pequeñas manitos y me dice:
¡Mamá Vamos a llegar tarde, te quedaste dormida! Y sonríe picara.
Una voz se escucha desde la puerta, una voz muy dulce y calmada.
-Sofía, te dije que no despiertes a Mama-
Yo me encontraba aun confundida por la situación.
Sofía responde –Lo siento, Martina – Esta bien, terminemos de cambiarnos que Papá y Mamá ya se despertaron –dice Martina.
Martina, tendría como unos doce años, de contextura chica, su cabello era
rubio como el sol, sus ojos, marrones, una mirada profunda pero tranquilizante. Llevaba una trenza en su cabello y un vestido similar al de Sofía. Llevaba unos libros en sus brazos y una gran sonrisa.
Miro al lado de mi cama, mi mesa de luz, tenía una notebook, mis lentes y mi celular actual. Me daba cuenta que estaba en otra época, en un futuro no muy lejano, lo sentía real.
En ese momento, siento que unas manos rodean mi cintura bajo las sabanas, y una voz que susurra en mi oído. –Es tu culpa, nena. Sofía es igualita a vos, impulsiva. –
Conozco esa voz, recuerdo esa voz, de a poco me doy vuelta y veo sus ojos, su sonrisa. Lonely Guy (Sebas), con un Beso afirma lo dicho. Y yo sonrió. Cierro los ojos.
Y luego escucho que suena mi celular, es la alarma, despierto lentamente para descubrir que fue solo un sueño. Pero el más lindo que he tenido.
Lo sentí muy real, ya hace tiempo que soñé con ellas, con esta familia, con esta rara realidad, ¿de cuento? No sé. Probablemente. Pero solo hoy decidí contarlo, ¿el motivo? Quizás hoy, mi inconsciente decidió recordarlo, por alguna razón que desconozco.
Tal vez, y aquí conjeturo, sea para mostrarme lo que me podría perder si bajo los brazos, hace unos días, me di cuenta que cometí un error, en esta historia de amor. Hubo un primer beso, después de una salida, hubo un segundo beso más apasionado después de otra salida, algo mas intimo pero no del todo, al otro día nos teníamos que ver, trabajábamos juntos, y mi accionar, fue un error, hice como si no había pasado nada, porque pensaba
que el no quería historias en el trabajo, y no hable, no dije nada, ese fue mi error, tendría que haber actuado como una mujer, y aclarar la situación, y no esperar a ver qué hacia él. Pero ya está, no se puede volver atrás, no puedo cambiar lo que hice, pero si puedo cambiar lo que voy a hacer.
“Never let the fear of striking out, keep you from playing the game”
“NUNCA DEJES QUE EL MIEDO A FRACASAR, TE IMPIDA JUGAR EL JUEGO”
Sin más, me despido por hoy, mis queridos lectores, No dejen pasar las oportunidades, no estarán ahí por siempre. Yo solo espero que no sea demasiado tarde.